A
lo largo de esta segunda jornada de Congreso diferentes expertos
analizaron, entre otras cuestiones, temas como la financiación, la
recuperación económica y la capacidad para emprender, la protección de
datos, la internacionalización, el marketing online o la RSC en el seno
de las empresas.
Juan Royo, experto
en RSC, lamentó el hecho de que los empresarios "estén discriminados por
la sociedad cuando son los que crean empleo".
Así, aseguró que la
morosidad, que ha provocado el cierre de más de 60.000 empresas
españolas, y la liquidez, son dos de los problemas principales en
España.
Según dijo, es importante
generar negocios sostenibles que aporten valor sin pensar solo en
aspectos economicistas.
En este sentido, afirmó que es fundamental
"tener una gran perspectiva para encontrar nuevos negocios" en ámbitos
como la ecología y la discapacidad, al tiempo que aseguró que la RSC "es
estrategia y no marketing verde".
"Hay que ver más allá, divulgar las
buenas prácticas y ser generosos en esa comunicación", puntualizó.
Por
otro lado, José Luis Piñar, director de la Agencia Española de
Protección de Datos entre 2002 y 2007, aseguró que las empresas deben
cumplir con la legislación en esta materia "no sólo para evitar multas,
sino porque realmente es bueno para ellas".
En su opinión, aplicar la
normativa en materia de protección de datos supone para las empresas "un
elemento competitivo muy importante que genera valor de cara a los
clientes".
Asimismo, Piñar insistió
en el hecho de que la normativa ha de aplicarse desde el primer momento
de creación de una empresa, ya que "resulta más económico que
implantarla a posteriori". "Es como quien construye un edificio sin
instalar los sistemas de prevención de incendios", apuntó.
Por
su parte, Marcos Eguiguren, profesor de la UPC Barcelona, indicó
durante su ponencia 'El papel de las alianzas estratégicas ante los
procesos de internalización', que "a veces las alianzas se realizan por
necesidad y porque seguir aislado puede llevar a la destrucción de la
compañía", pero hay que tener en cuenta, dijo, que "una
internacionalización mal hecha puede ser letal".
Desde
su punto de vista, las alianzas son oportunidades que hay que
aprovechar y apostó por la "alianza como respuesta a una oportunidad y
no como respuesta a la adversidad". "Siempre es mejor
internacionalizarse con salud que con enfermedad", apuntó, al tiempo que
subrayó que para la internacionalización hay que estar "psicológica,
económica y organizativamente preparado".
El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana
Empresa (Cepyme), Jesús Terciado, pidió este viernes al Gobierno,
durante la clausura del XVIII Congreso Internacional de Jóvenes
Empresarios 'Take Over-Sobrevivir sin cobertura' de Ceaje, la
implantación de nuevas reformas y una rebaja de impuestos, "que tanto
han subido en los últimos años".
Terciado, que estuvo acompañado en este
acto por la presidenta de Confederación Española de Jóvenes Empresarios
(Ceaje), Pilar Andrade, y por su secretario general, Ángel Gómez,
consideró que el Gobierno "está perezoso en la implantación de nuevas
reformas" y criticó que las que se han puesto en marcha hasta ahora,
referidas a la reducción de la burocracia y a la relación con la
Administración, "son superficiales".
Durante
su intervención, Terciado indicó que la reforma de las administraciones
públicas y la fiscal "están pendientes y lastran el crecimiento
potencial de España como país".
En este sentido, pidió una rebaja de
impuestos como las tasas medioambientales, el impuesto de basuras o el
IRPF, entre otros.
A su juicio, el
principal problema de las empresas españolas es que "sigue sin haber
financiación" y añadió que "hasta que no fluya el crédito va a seguir
habiendo problemas".
Por ello, apuntó que "todas las herramientas
públicas de financiación tienen que estar disponibles para los
empresarios".
Además, subrayó la
necesidad de acabar con la morosidad en España, ya que "es una lacra con
la que hay que acabar para ser un país serio" y para, según dijo, poder
competir con otros países del entorno como Francia, en el que el plazo
máximo de pago es de 40 días, frente a los 275 de España.
A
pesar de la actual situación de crisis, Terciado señaló que las
empresas españolas han conseguido sobrevivir y abrir nuevos mercados, al
tiempo que destacó la influencia y la relación que las organizaciones
empresariales han logrado mantener con la Administración.