POLÍTICA, DIÁLOGO Y CORRUPCIÓN

La base de la convivencia es el diálogo. La plática entre dos o más personas que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos. Las discusiones tratan de buscar la avenencia. La negociación implica buscar el óptimo social que satisfaga la mayor utilidad social posible. Por eso resulta frustrante las conversaciones de besugos o las de sordos, cháchara sin coherencia lógica o en la que los interlocutores no se prestan atención. Paripé del que nuestros políticos son especialistas en cualquiera de estas acepciones.
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