Según informa SERVIMEDIA, 3 millones de personas de América Latina y el Caribe tienen agua potable gracias a proyectos de cooperación al desarrollo españoles.
Y muchas más son beneficiarias indirectas en cuanto a la calidad de vida y la seguridad alimentaria.
El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) nació a finales de 2007 para contribuir a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con estas áreas a América Latina y el Caribe, que vencerán este año y una de sus metas es reducir a la mitad en 2015, respecto de los niveles de 1990, la proporción de personas sin acceso al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
En general, el objetivo del agua el mundo se ha conseguido y no ha mejorado tanto el de saneamiento. Así como el de agua va bien, el de saneamiento no va tan bien, así que hay que hacer un esfuerzo adicional.
Gonzalo Robles, secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo
El FCAS es el instrumento más important de la cooperación española en materia de agua y saneamiento, y se gestiona por dos vías:
1. una bilateral entre la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (Aecid) y los países
2. y otra multilateral en la que participa como socio el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta iniciativa ha permitido poner en marcha 66 proyectos en 19 países, con una inversión de 800 millones de euros, y ha beneficiado de forma directa a 3 millones de personas e indirectamente a muchas más.
3 millones de personas reciben en sus casas el agua potable que no tenían, pero indirectamente son muchas más las beneficiarias por todo lo que genera en cuanto a cambios de vida. Por ejemplo, en Panamá las mujeres básicamente ya no tienen que volver al río; antes no hacían otra cosa en su vida que ir al río a por agua y las niñas pequeñas, cuando podían, exactamente igual. Allí, las mujeres montaron una pequeña cooperativa que genera ingresos para la comunidad, podían atender a la niñas y las llevaban al colegio y habían montado un taller de nutrición con Unicef.
Los proyectos españoles de agua y saneamiento en Haití han beneficiado indirectamente a 3 millones de personas por el efecto de clorar y potabilizar el agua para reducir las tasas de cólera.
FONDO SEMIURBANO Y RURAL
El FCAS no se trata exclusivamente de un fondo para inversión en infraestructuras, sino que, además, conlleva un proceso previo de capacitación de la comunidad y de creación de pequeñas estructuras de gestión del agua.
Al principio era un fondo de donación y ahora están en él proyectos LIFE de la UE, del BID, créditos del Fonprode (Fondo para la Promoción del Desarrollo)..., sobre la base de que cada país tiene su propio plan para desarrollarse.
El fondo es semiurbano y rural, no actuamos en zonas urbanas y los que van marcando los ritmos son los propios países.
Y muchas más son beneficiarias indirectas en cuanto a la calidad de vida y la seguridad alimentaria.
El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) nació a finales de 2007 para contribuir a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con estas áreas a América Latina y el Caribe, que vencerán este año y una de sus metas es reducir a la mitad en 2015, respecto de los niveles de 1990, la proporción de personas sin acceso al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
En general, el objetivo del agua el mundo se ha conseguido y no ha mejorado tanto el de saneamiento. Así como el de agua va bien, el de saneamiento no va tan bien, así que hay que hacer un esfuerzo adicional.
Gonzalo Robles, secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo
El FCAS es el instrumento más important de la cooperación española en materia de agua y saneamiento, y se gestiona por dos vías:
1. una bilateral entre la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (Aecid) y los países
2. y otra multilateral en la que participa como socio el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta iniciativa ha permitido poner en marcha 66 proyectos en 19 países, con una inversión de 800 millones de euros, y ha beneficiado de forma directa a 3 millones de personas e indirectamente a muchas más.
3 millones de personas reciben en sus casas el agua potable que no tenían, pero indirectamente son muchas más las beneficiarias por todo lo que genera en cuanto a cambios de vida. Por ejemplo, en Panamá las mujeres básicamente ya no tienen que volver al río; antes no hacían otra cosa en su vida que ir al río a por agua y las niñas pequeñas, cuando podían, exactamente igual. Allí, las mujeres montaron una pequeña cooperativa que genera ingresos para la comunidad, podían atender a la niñas y las llevaban al colegio y habían montado un taller de nutrición con Unicef.
Los proyectos españoles de agua y saneamiento en Haití han beneficiado indirectamente a 3 millones de personas por el efecto de clorar y potabilizar el agua para reducir las tasas de cólera.
FONDO SEMIURBANO Y RURAL
El FCAS no se trata exclusivamente de un fondo para inversión en infraestructuras, sino que, además, conlleva un proceso previo de capacitación de la comunidad y de creación de pequeñas estructuras de gestión del agua.
Al principio era un fondo de donación y ahora están en él proyectos LIFE de la UE, del BID, créditos del Fonprode (Fondo para la Promoción del Desarrollo)..., sobre la base de que cada país tiene su propio plan para desarrollarse.
El fondo es semiurbano y rural, no actuamos en zonas urbanas y los que van marcando los ritmos son los propios países.