Firma invitada: Elena Tecchiati

La naturaleza es un gran espejo.
Su reflejo nos sorprende, en ocasiones, con poderosas imágenes que revelan similitudes con la estructura social, los patrones y las reglas de comportamiento de nuestras modernas economías, sociedades y comunidades en el siglo XXI.
Si observamos la naturaleza, la homogeneidad y endogamia son letales para la supervivencia y desarrollo de las especies.
Los ecosistemas están vivos gracias al equilibrio de las especies y a las dinámicas que sus interacciones mantienen.
Cada cual contribuye al conjunto del hábitat en función de sus características e identidades propias.
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