El futuro de la sanidad en
España fue el tema debatido en la Fundación ÉTNOR en la 5ª sesión del
Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial.
Javier Rey, fue el encargado
de conducir la sesión.
Rey advirtió no intervenir como Secretario de
la Comisión Nacional de Reproducción Asistida del Ministerio de Sanidad, cargo
que ostenta en la actualidad, “sino como profesionalidad de la sanidad durante
muchos años”, con la libertad que esto le confería para poder emitir su
valoración sobre el tema.
1. Servicios Nacionales de Salud, SNS: cobertura universal vinculada a la condición de ciudadano, financiados por impuestos y con centros en propiedad para prestar la atención.
2. Seguridad Social: cubre sólo a los trabajadores
asalariados. Al menos inicialmente, financiación por cotizaciones sociales y no
dispone de instalaciones propias.
“El de España es un
caso peculiar, porque desde el sistema de seguridad social se financió la
construcción de los hospitales más importantes e innovadores del país”.
En la actualidad, estos dos modelos han derivado en una
cierta convergencia en un sentido que a mí me parece negativa, pareciéndose más
a los sistemas de seguridad social.
Sin necesidad de un pacto
explícito se ha producido una deriva hacia la derecha de los servicios, con lo
que cualquier demanda en el sentido del reforzamiento de los servicios públicos
de salud es hoy en día muy complicada.
Un pacto de Estado hoy no serviría para
mucho.
Los servicios
sanitarios hoy se encuentran en la encrucijada de dos grupos de interés:
1. La
industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias, el sector de la economía
productiva que más beneficios sobre capital invertido proporciona en el momento
actual
2.Las empresas de seguros sanitarios, que han adquirido un poder
enormemente dominante.
La atención sanitaria tiene hoy tal
complejidad y tal volumen económico que es imposible que se pueda sostener
sobre bases del ejercicio individual.
La crisis económica ha añadido un
factor facilitador de penetración de las aseguradoras privadas en la gestión de
los sistemas públicos por razones puramente financieras.
La rentabilidad del sistema sanitario
Pese a todas
las crisis que puedan tener todos los sistemas sanitarios lo que cualquier
sociedad civilizada demanda hoy en día es tener la atención sanitaria
garantizada.
Es evidente que gestionar servicios sanitarios es una
inversión segura y con rentabilidad asegurada.
Lo que constituye la amenaza más importante para
los sistemas públicos de salud y está determinando su
evolución.
Porque además de rentable, ante dificultades económicas no les van
a dejar caer.
La sostenibilidad del sistema sanitario y la supuesta eficiencia por
la introducción de la competencia en el mismo: “el
Caballo de Troya” de los servicios sanitarios.
Todos
los países sometidos a rescate financiero son países que tienen SNS.
A todos se les está presionando para que realicen
importantes recortes en este sector.
En España, dónde quizá esta presión sea
un poco menor que en otros países como Italia o Portugal, estamos sufriendo un
asedio de las aseguradoras privadas bajo el lobby del Instituto de
Innovación Sanitaria, IDIS, compuesto por todas las aseguradoras privadas y
todas las cadena de hospitales privados.
Los intereses
económicos dominantes de estos 2 sectores están afectando a los servicios de
salud de todos los países.
La idea de la eficiencia y de pensar que la
competencia llevaría a la eficiencia ha sido un gran error.
Y la ausencia de
propuestas sanitarias diferenciadas de los partidos socialdemócratas es una
condición que facilita la introducción de las medidas privatizadoras.
España no tiene un problema de gasto sanitario, sino un
déficit en ciertas comunidades autónomas, pero no porque les falte dinero, sino
porque se gestionan mal.
Comunidad Valenciana o Cataluña son regiones que más han avanzado
en la privatización y que están entre las más endeudadas en este ámbito.
Es necesario cambiar las coordinadas del sistema desde una
perspectiva global, ofrecer una alternativa global a la organización del sistema
sanitario. Sin eso el SNS va a la ruptura y a crear 17 sistemas sanitarios
distintos.
¿Y qué ocurre cuando un
sector privado se hace cargo de parte de la sanidad pública? como es el caso de
la reproducción asistida que en España es prácticamente privada: que se
convierte más que en una cuestión de atención sanitaria en un negocio, un puro
negocio.