La falta de ética entre los profesionales financieros
El 24% de los profesionales de servicios financieros creen que un comportamiento no ético puede ser necesario para tener éxito, mientras que el 26% ha observado malas prácticas en su lugar de trabajo.
Y lo más preocupante: El 16% afirmaron que cometerían un delito de información privilegiada si pudieran salirse con la suya.
Así se desprende del estudio Wall Street, Fleet Street and Main Street: Corporate Integrity at a Crossroads, llevado a cabo por Labaton Sucharow entre 500 profesionales de servicios financieros de Estados Unidos y Reino Unido.
Para Jordan Thomas, socio y presidente de Whistleblower Representation Practice en Labaton Sucharow, "cuando la mala conducta es comúnmente aceptada por los profesionales de los servicios financieros, la integridad de nuestro sistema financiero está en riesgo".
"En esta época de escándalos corporativos, debemos centrar nuestras energías en la ética empresarial y animar a denunciar el delito, de manera interna o externa", añade Thomas.
Según este estudio, el 39% de los encuestados son de la opinión de que sus competidores probablemente habían participado en actividades ilegales o habían tenido comportamiento no éticos con el fin de tener éxito en sus operaciones.
Además, el 30% se sienten presionados por sus compensaciones o planes de bonos para comprometer sus estándares éticos o incluso violar la ley y el 23% afirma recibir otro tipo de presiones para llevar a cabo conductas no éticas o ilegales.
Tan solo un 30% opina que la SEC/SFO realmente investiga y persigue las malas conductas (un 29% en el caso de FINRA y FSA).
Finalmente, el escepticismo y el pesimismo parece instalado entre los profesionales: Uno de cada cinco no estaban seguros o tenían serias dudas acerca del tratamiento que sus superiores darían a un informe de mala conducta. A este pesimismo se suma en Estados Unidos la cuestión de género, ya que el 22% de las encuestadas creen que sufrirían represalias si denunciaban irregularidades, frente a un 12% de los hombres.
El 24% de los profesionales de servicios financieros creen que un comportamiento no ético puede ser necesario para tener éxito, mientras que el 26% ha observado malas prácticas en su lugar de trabajo.
Y lo más preocupante: El 16% afirmaron que cometerían un delito de información privilegiada si pudieran salirse con la suya.
Así se desprende del estudio Wall Street, Fleet Street and Main Street: Corporate Integrity at a Crossroads, llevado a cabo por Labaton Sucharow entre 500 profesionales de servicios financieros de Estados Unidos y Reino Unido.
Para Jordan Thomas, socio y presidente de Whistleblower Representation Practice en Labaton Sucharow, "cuando la mala conducta es comúnmente aceptada por los profesionales de los servicios financieros, la integridad de nuestro sistema financiero está en riesgo".
"En esta época de escándalos corporativos, debemos centrar nuestras energías en la ética empresarial y animar a denunciar el delito, de manera interna o externa", añade Thomas.
Según este estudio, el 39% de los encuestados son de la opinión de que sus competidores probablemente habían participado en actividades ilegales o habían tenido comportamiento no éticos con el fin de tener éxito en sus operaciones.
Además, el 30% se sienten presionados por sus compensaciones o planes de bonos para comprometer sus estándares éticos o incluso violar la ley y el 23% afirma recibir otro tipo de presiones para llevar a cabo conductas no éticas o ilegales.
Tan solo un 30% opina que la SEC/SFO realmente investiga y persigue las malas conductas (un 29% en el caso de FINRA y FSA).
Finalmente, el escepticismo y el pesimismo parece instalado entre los profesionales: Uno de cada cinco no estaban seguros o tenían serias dudas acerca del tratamiento que sus superiores darían a un informe de mala conducta. A este pesimismo se suma en Estados Unidos la cuestión de género, ya que el 22% de las encuestadas creen que sufrirían represalias si denunciaban irregularidades, frente a un 12% de los hombres.