El consejero de Inmigración y Ciudadanía del Gobierno valenciano, Rafael Blasco, destaca “la importancia de que una ONG del prestigio de Manos Unidas, consciente de la labor que en materia hídrica se está desarrollando en esta Comunitat, haya decidido exportar el modelo valenciano a las comunidades rurales del semiárido brasileño”. Para Blasco, “desde el Consell se ha hecho una apuesta firme y solidaria por impulsar iniciativas que promuevan el acceso sostenible a un bien tan preciado como es el agua en aquellas regiones que sufren la carencia de este recurso clave para el crecimiento y desarrollo de las sociedades en cualquier zona del mundo”. “El acceso al agua – continúa el Consejero- es un derecho humano. El agua es salud, es fundamental para alcanzar la seguridad alimentaría, es desarrollo productivo, es habitabilidad digna y es un recurso natural cuya preservación es imprescindible”. Por ello, el Gobierno valenciano llevará a cabo un Plan que permitirá el acceso al agua y beneficiará indirectamente a más de 35.000 personas.
Rafael Blasco y la presidenta nacional de Manos Unidas, Begoña de Burgos, han firmado un convenio de colaboración que permitirá mejorar las condiciones sociales, económicas y ambientales de las personas y familias que se encuentran en comunidades rurales del semiárido brasileño en los estados de Pernambuco y Paraíba. Ambas regiones (más o menos dos veces España), constituyen las zonas más secas de Brasil. La disponibilidad de agua potable es limitada, la población con acceso al agua potable es de un 25% y la subsistencia alimentaria es difícil. Además, la falta de acceso a procesos formativos contribuyen a aumentar las enfermedades entre la población, principalmente la mortalidad infantil. Esto ha supuesto que durante muchos años la única opción fuera emigrar a las grandes ciudades y vivir en condiciones precarias. El Consell aportará a este Plan un millón de euros que permitirá desarrollar una serie de actividades que mejorarán sustancialmente la calidad de vida de los habitantes de dichas zonas.
Actuaciones “Es preciso darles instrumentos y conocimientos para optimizar sus recursos”, señaló Blasco. Asimismo, la presidenta nacional de Manos Unidas ha destacado en esta área que el papel de la mujer es fundamental, ya que en la mayoría de los países en desarrollo, son ellas las responsables de obtener agua, así como de gestionar las formas de consumo en los hogares. “Pero buscar agua es un servicio pesado, consume horas de trabajo diario y de caminatas”. El Conseller explicó que a través de las actividades que se desarrollarán se prevé el acceso, control y manejo del agua por parte de las familias para el consumo humano y para la producción gracias a la instalación de 150 cisternas, que captarán el agua de la lluvia. Esta estrategia se complementa mediante la capacitación y la formación a los jóvenes en nuevas sistemas de gestión y desarrollo así como, en la instalación de unidades de producción familiar solidarias, “instrumento necesarios para emprender un cambio que consolide un futuro sostenible y esperanzador para estas personas”, ha señalado Blasco. Estas actuaciones forman parte de la primera fase del PEI. En 2009 se pondrá en marcha la segunda parte ampliando las actuaciones realizadas en las zonas de sequía.
Rafael Blasco y la presidenta nacional de Manos Unidas, Begoña de Burgos, han firmado un convenio de colaboración que permitirá mejorar las condiciones sociales, económicas y ambientales de las personas y familias que se encuentran en comunidades rurales del semiárido brasileño en los estados de Pernambuco y Paraíba. Ambas regiones (más o menos dos veces España), constituyen las zonas más secas de Brasil. La disponibilidad de agua potable es limitada, la población con acceso al agua potable es de un 25% y la subsistencia alimentaria es difícil. Además, la falta de acceso a procesos formativos contribuyen a aumentar las enfermedades entre la población, principalmente la mortalidad infantil. Esto ha supuesto que durante muchos años la única opción fuera emigrar a las grandes ciudades y vivir en condiciones precarias. El Consell aportará a este Plan un millón de euros que permitirá desarrollar una serie de actividades que mejorarán sustancialmente la calidad de vida de los habitantes de dichas zonas.
Actuaciones “Es preciso darles instrumentos y conocimientos para optimizar sus recursos”, señaló Blasco. Asimismo, la presidenta nacional de Manos Unidas ha destacado en esta área que el papel de la mujer es fundamental, ya que en la mayoría de los países en desarrollo, son ellas las responsables de obtener agua, así como de gestionar las formas de consumo en los hogares. “Pero buscar agua es un servicio pesado, consume horas de trabajo diario y de caminatas”. El Conseller explicó que a través de las actividades que se desarrollarán se prevé el acceso, control y manejo del agua por parte de las familias para el consumo humano y para la producción gracias a la instalación de 150 cisternas, que captarán el agua de la lluvia. Esta estrategia se complementa mediante la capacitación y la formación a los jóvenes en nuevas sistemas de gestión y desarrollo así como, en la instalación de unidades de producción familiar solidarias, “instrumento necesarios para emprender un cambio que consolide un futuro sostenible y esperanzador para estas personas”, ha señalado Blasco. Estas actuaciones forman parte de la primera fase del PEI. En 2009 se pondrá en marcha la segunda parte ampliando las actuaciones realizadas en las zonas de sequía.