Trastorno del espectro autista y accesibilidad

A la hora de diseñar viviendas, edificios de oficinas, locales, museos, calles y plazas accesibles es necesario conocer las diferentes personas y culturas que conviven en nuestra sociedad.
Esta diversidad sin duda nos enriquece a todos pero es necesario que los lenguajes sean comprensibles para todos sus habitantes.
Se requiere la aportación de todos los agentes implicados y, por supuesto, una participación activa de las personas con discapacidad y otros colectivos en sus procesos de diseño.
La comprensión del entorno urbano de personas con trastorno del espectro autista (TEA), tanto de edificaciones como de recorridos, puede realizarse mediante un sistema de comunicación basado en pictogramas, a través de paneles o de una agenda de actividades, como así ya utilizan para comunicarse con los demás, señalándolos para pedir algo.
Los edificios y las viviendas gozan de señales de referencia ya habituales (Salida, extintor, botiquín, teléfono de urgencias) pero hacen falta más.
En esta línea apunta el informe ‘Accesibilidad y diseño para todos: avanzar en la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad’ de la Taula del Tercer Sector Social de Cataluña o el Proyecto Ciudades Accesibles de la Fundación Orange.
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